sábado, 8 de octubre de 2011

Es muy agradable


"Es muy agradable entrar a un ano sucio" Es el letrero que se lee en la puerta del baño de maestros en la escuela primaria en que trabajo, lo que originalmente se trataba de una invitación a ser cuidadoso y limpio (es muy desagradable entrar a un baño sucio) se convirtió en una mórbida frase que invita a la exploración del orto de alguien con la simple acción de eliminar "des-" una "b" y el tilde que hace de una ene el símbolo universal del español. Me imagino la situación cada vez que voy al retrete y tengo de frente el letrero (llama mucho mi atención, incluso me desconcentra de mi objetivo inicial: orinar) y me pierdo un poco en mis pensamientos tratando de armar lo mejor posible historia detrás del anoagradable. De entrada descarto en un noventa por ciento la posibilidad de que haya sido un profesor el creador de aquello por dos razones principalmente: la primera es que es increíblemente irrespetuoso y ofensivo expresar la palabra ano de esa forma tan explícita y encima insinuar que al lector podría estimularle, excitarle o alegrarle el entrar a uno sucio. Los maestros son el principal modelo a seguir de un montón de niños susceptibles, son ejemplos de cultura y educación y dudo que alguien con tal responsabilidad encuentre divertido todo aquello (por otro lado yo soy profesora y no soy ningún ejemplo de cultura ni de educación, lo que me recuerda el día que al final de la inducción para maestros la directora nos pidió que nos retirásemos expresando nuestro sentimiento y/o pensamiento en una palabra, analicé mis posibilidades, pensé en la probabilidad de que alguien se adelantara con mis posibilidades dejándome lucir poco original y perezosa. Hice un mapa mental de "la palabra" y encontré la palabra perfecta: "estimulada", "estoy estimulada"… encajaba perfectamente: era graciosa y sí expresaba un sentimiento positivo, nadie diría nada al respecto y algunos incluso asentarían con la cabeza en señal de aprobación pero, sé que si no todos, al menos algunos estarían pensando en masturbación y/o pornografía y luego se sentirían culpables por pensar así de una colega, de una jovenzuela un sábado por la mañana en plena junta de trabajo. En mi turno de hablar lo dije con mucha seriedad y como si aquello se me acabara de ocurrir: Estimulada! ((ji ji))… me siento ((ja ja je)) estimulada ((ji jou)). Es curioso en lo que puede consistir tu diversión, aún cuando se trate de algo completamente silencioso, un pensamiento secreto y la tentación de burlarte de los demás en confidencia contigo mismo. El albur de una palabra que no debería tener una connotación negativa ((pero que la tiene sexual)) puede ponerte de buen humor las próximas cuatro horas). La razón número dos para dudar que se tratase de un maestro es la falta de imaginación que la mayoría de los maestros tenemos. Lo intento y no puedo imaginarme a la maestra de sexto grado con su cola de caballo bien apretada y su falta de cuello, hincada e inclinada sobre la puerta rasgando con su uña gorda la estorbosa b de baño entre risitas picaras.
Esas y otras cosas me hacen pensar que se trató de un alumno que se escabullo hasta la sala de maestros (alumnosprohibidoentrar), pero claro que no descarto la posibilidad de un maestro por completo; siempre puede existir uno como yo, guarro y mal educado, que encuentre diversión en las palabras cual estudiante montado en un camión, que despegando pequeñas letras(r y e) de calcomanía, te pide amablemente que ("recorrase por favor") tengas un orgasmo por favor.