sábado, 31 de octubre de 2009

Un sábado por la noche

Debería estar capturando momentos de promesas eternas, de en las buenas y en las malas y mi favortia: en la pobreza y en la riqueza.
celebraciones eternas y extrañas son las bodas, el sábado pasado una pareja de embarazados que no pudieron esperar consumar su relación y encargar al niño más de tres meses, nueve meses después del "si, quiero ser tu novia" nos reunimos en una celebración de birria, bandas músicales de piratas, waltzes con respectivos papás y lo más bizarro, rituales en donde quien quiera pasar a bailar un waltz con la novia o el novio tiene que poner billetes de 100, 200, 500 pesos (el último nadie lo pone) en el velo de la novia o hasta en la cabeza del novio. También presencie un baile llamado "mandilon" que jamás en mi vida había visto, en donde la novia el novio intercambian personalidades y por lo tanto (como debe ser, por supuesto) la novia se pone un sombrero y le pega con un cinturón al hombre y él usa un mandil, agarra una escoba y carga un niño (porque es todo lo que hace la esposa ¿no?) ... Por supuesto que no falto el pastel, la vivora y mi personal favorita, la más vulgar de todas, la más esperada por el público y la más vieja para el novio: la liga!

Pero hoy no trabaje, el próximo sábado será.


el arroz


el ramo

la víbora de la mar

El mandilon

viernes, 23 de octubre de 2009

martes, 20 de octubre de 2009

Mi familia





Espero que Michelle no se enoje por su foto que es hermosa... ella es hermosa y estoy feliz de que regresara al hogar :) porque como por ahí dicen ilumina todo con su carisma y su sonrisa y todo y me hace reir y me ayuda a dormir :) y la quiero mucho mucho como a Secretaria (gata) y como Mich a Secretaria y como Secretaria a las dos... sus dos mamás lesbianas hahaha. Me gusta mi familia.

viernes, 16 de octubre de 2009

lunes, 12 de octubre de 2009

La historia continua pero no termina.



Mientras esperabamos que Aarón regresara de la caseta de cobros nos comimos una torta de jamón que había preparado para prevenir el hambre que nos pudiera dar en el camino junto con otras dos también de jamón. Por fin media hora después regresó el conductor y estabamos listos para irnos, yo sentada en el asiento copiloto y él sentado en la cabinita de atrás que servía de cama. Ya estaba el trailer encendido cuando llamaron a la ventana de Aaron, yo no pude ver quien era el que hablaba porque la cabina esta muy alta y la cabeza a la que pertenecia la voz no alcanzaba el altura, pero el dialogo fue algo así:
-Te doy cien bolas si me llevas a Colima compa.
- ¿Cómo...? ¿Quieres que lleve tu coche?
-No, no, yo también manejo un trailer pero, ahorita necesito llegar a Colima, te doy cien si me llevas, para la gasolina...
-Amonos pues...

La voz subió al trailer y yo tuve que moverme a la cabina trasera en donde estaba el colchón mugroso que servía de cama a Aarón, trate de no tocar mucho. La voz regio-montana pertenecia a un señor de unos 45 años de cabello escaso y chino, con un bigote negro y poblado, ojos sonrientes y dientes amarillentos.

-Yo también soy de Monterrey primo...

Los dos "primos" siguieron hablando por el estilo, cosas de traileros y regiomontanas, alegrandose cada vez que se daban cuenta que conocían a alguna persona en común o que habían pasado por aquel o tal lugar. Después señorchino sacó una bolsita de mariguana y casi se le hace agua la boca cuando se la acerco a los bigotes y dijo "uyyyy huele bien buenaaa, de lo mejor que hay" luego nos ofreció y nosotros la tuvimos que declinarla; Aarón festejó algo diciendo que por alla había "puro loco".

Nos fuimos calladitos en el colchon y después la constante línea negra pedazo de carretera que nunca cambia de forma, el monotono sonido de las llantas atravesándola, el recto verdor de la vegetación a los lados que con la velocidad se convierte en una plasta de color sin forma, hicieron su efecto en mi y sin darme cuenta me quedé dormida encima de las mochilas y la casa de campaña. Desperte cuando llegamos a la entrada de Ciudad Guzmán y fue hora de despedirnos de señormariguano y agradecerle a Aarón el viaje.

jueves, 8 de octubre de 2009

H. H.

Nos cogió un remolque muy amarillo, al principio no sabíamos si en verdad se había detenido a recogernos porque se paro a unos 300 metros de nosotros (o al menos eso me pareció), vimos a un hombre con gorra bajar del trailer y cuatro segundos después estaba chiflandonos como nunca he oido chiflar a un hombre y esos trecientos metros se acortaron a unos 10. Corrimos agarrando nuestras mochilas como si el trailero nos fuera a dejar si no llegabamos en 10 segundos, la verdad es que él se bajo a arreglar unos asuntos en la caseta de cobro y nos abandono a nuestra suerte subidos en aquel remolque vacio una media hora. Se llamaba Aarón, lo vi en una de sus credenciales al lado del asiento de copiloto.