Hoy es un día más bien como naranja

El señor encontro un descanso en las escaleras de un edificio medio eleganton de departamentos, encendió un cigarro y se sentó. Mientras, yo iba caminando media cuadra atrás y para cuando llegue con él su cigarro ya estaba consumido a la mitad, detuvo su no-oficial descanso para erguirse un poco y ofrecerme una bolsa de galletas "hechas en casa". Ni siquiera me detuve a ver si se veían buenas, avena, chocolate, escarchadas, no me importaba de hecho jamás me ha importado el producto callejero, ni para ayudar a la AA ni a los retiros de rehabilitación que según dicen "podrías llegar a necesitar algún día" ni mucho menos a él que gracias a la música de mi ipod pude ignorar su causa. Estaba enojada y la migraña me hacía cerrar el ojo derecho. ¿En qué seríamos diferentes el vendegalletas y yo en ese momento? probablemente también él tuviera migraña y lo más seguro es que se sintiera igual de estancado en la mierda que yo.






Ese día era azul y yo no tenía migraña.
Me gusta platicarte aunque no te gusten mis pollos